El día muy luminoso, pero el Nordés te hacía evitar el paso por las esquinas.
Una temperatura de 7 grados que te recordaba la realidad de la estación en la que nos encontramos.
Llegada a Otur a las 14,30 horas dentro del horario previsto. A la puerta Clemente disfrutaba de estos rayos de Sol antes de meterse de lleno en el Servicio de las mesas.
En el establecimiento que hoy visitamos, no esperabamos descubrir nada, ya que con su larga trayectoria y recopilación de toto tipo de distinciones, lo único que buscamos es lo que la familia García ha venido haciendo desde el año 35.
Su más que reconocida labor culinaria se une a la de relaciones publicas, nadie lo hace como ellos. Y así enseñaron a su Servicio: Clemente, Enrique, Manolín etc una larga trayectoria dentro del negocio. Son una prolongación de la Familia García.
Mientras se hacía tiempo para la llegada de todos los compañeros, Mon se encargó de la recepción del Grupo. Su memoria y su conocimiento del Concejo Naviego hicieron más amena nuestra espera.
Cuando acudes a Casa Consuelo, ya sabes que la comida en su calidad y cantidad está asegurada, es por ello que el acompañamiento líquido no debe desmerecer al sólido.
Conde Valdemar Reserva 2002 y Albariño Agnusdei fueron un buen acompañamiento de los platos elegidos.
El primero en catar el vino fué Luis Fernández del Olmo, nuevo socio que viajaba con nosotros por primera vez, acompañado de su mujer Ana Mata Gayoso.
La entrada la hicimos con un Jamoncito de los que invitan al comensal a disfrutar del sentido del gusto. Este gran sentido que bien utilizado te hace vivir esos grandes momentos de la vida.
Plato Español por excelencia.
En la petición no nos complicamos la vida y nos fuimos a unas Verdinas de Otur con Marisco, servidas en Vajilla de Sargadelos. Gallegos y asturianos una vez más unidos en la mesa.
Si bien el otro día dábamos la bienvenida a Angel de Ribadeo, hoy hacíamos lo mismo a su mujer María Jesús. Creo que por su ubicación en la mesa no pasó una velada aburrida.
El segundo planto elegido Merluza a la Sidra con Almejas.
Si bien el material de primera que se trabaja en este Restaurante, hace más fácil un buen resultado final, las manos tanto de Marina como de Alvaro dan un toque especial a este plato.
La comida al ser en sábado, invitaba a la relajación, el que más o el que menos de noche tendría otro compromiso culinario con compañeros de trabajo.
Significaba que los kilos de más aparecerán estas Navidades.
Siempre que sean con esta calidad bienvenidos sean.
Como final sólido a esta comida un Biscuit de Higo de chuparse los dedos.
Un buen postre, una buena mezcla de sabores y un buen digerir.
Uno está seguro que cuando entra en Casa Consuelo saldrá bien comido, pero también tiene que estar seguro que será muy bien tratado y de eso se encargan los hermanos García y el Servicio. Cercanos y agradables, Món nos acompañó en el postre y el Café.
Es una maravilla gozar de su compañía.
Las mujeres como siempre colocándose para salir bien en las fotografías, se ve que lo pasaron bien.
Los hombres por su parte se atreven a solicitar un canon por usar su imagen en esta página
La verdad es que a la espalda de Morán se encuentra una verdadera fortuna en vino
Botellas de principios de 1800, hasta hoy.
Tomamos el Café y los chupitos y Món nos ofreció la oportunidad de visitar la Bodega Particular de la Casa, algo que muchos no habían visto.
Años dedicados por Roberto, no en balde es una de las bodegas particulares más reconocidas en Asturias.
La primera botella que se encuentra a su entrada quita el hipo y lo que no es hipo. Su valor en la Carta solo está para el bolsillo de pocas personas.
Seis unidades marcan la diferencia dentro de esta bodega, sin menospreciar al resto de botellas.
Colocación exhaustiva por denominaciones, 12000 unidades y las botellas más representativas en lugares extratégicos. Todo muy bien pensado
La noche llegaba y con ella el final de una gran jornada.
Este día no viene más que ha confirmar que después de varias salidas por el Occidente de Asturias, esta zona es previlegiada gastronómicamente hablando, si bien todo el Norte de España marca la diferencia.
Nombres consolidados como el de Casa Consuelo han ayudado a publicitar nuestro Occidente.
