RESTAURANTE CASA NIETO

A las 11 de la mañana salimos para Navelgas en busca de un día de ocio y comida casera.
Con Javier al volante nos dirigimos tranquilamente hacia Navelgas.  
Antés de llegar al lugar de destino y si el tiempo lo permitía, pararíamos en el Alto de  Aristébano, para que los que no conocían la zona, pudieran recrear la vista, y aprovecharíamos a su vez para hacer algunas fotos del Grupo.



   
Llegamos al alto de Aristébano donde lucía un día extraordinario, aparcamos el autobús delante del bar y subimos andando hasta la  Capilla. Eso sirvió para llevar un viaje más tranquilo y descansado.



   
Disfrutado el buen tiempo y las vistas, bajamos hacía el autobús y a  la una llegamos a Navelgas, donde hicimos un recorrido por el pueblo y nos acercamos al Museo del Oro, donde varios jóvenes practicaban el arte del Bateo debajo del Hórreo.



   
De camino a Casa Vicentón para tomar un vino todos juntos y encontrarnos con los socios que vinieron en coche, nos paramos en el Puente para observar unos buenos ejemplares de truchas, de las que no abundan hoy en día.




Para las dos de la tarde estaba prevista la comida y así fue. La puntualidad por parte del Restaurante y de los miembros de la Peña una vez más fue exquisita.
   




Se buscaba comida casera en abundancia y un Servicio cercano como las casas de comidas que tanto se echan en falta.


Pote de Berzas con Compango





Guiso de Pulpo



Lacón con cachelos

Chosco con cachelos



Tarta de las tres leches


Flan de queso



   
Vino Ribera del Duero (Arzuaga)


 
Café y  chupito
Los locales del Restaurante perfectamente acordes al entorno y a sus dueños.
Las pinturas de Linares en sus paredes, hacen de este Local una Pinacoteca de lujo para este Occidente olvidado, si no fuera por personas como Manolo Linares, que apuestan altruistamente por dedicar parte de su vida a dar a conocer estos rincones que por su belleza debieran ser más visitados, pueblos como Navelgas estarían en el olvido.
Las visitas a la mesa tanto de Linares, como de Doña Luisa preocupándose por la marcha de la comida, hicieron aún más calurosa nuestra visita a este restaurante de Navelgas.



Ni que decir tiene que una comida potente como esta, se merecía un gran vino y no fue para menos, el Arzuaga crianza 2006 llenó los buenos paladares de los comensales.



Terminamos la comida con un buen café y unos chupitos, y a las cuatro de la tarde continuamos recorrido hacia San Esteban de Relamiego, a 25 kilómetros, para visitar el Museo Delacera-Infanzón, como teníamos previsto

Sin lugar a dudas un lugar de obligatoria parada para todos los que visiten esta zona Occidental.
Recientemente inaugurado, ejecutadas todas las obras con recursos privados, donde se nota que hay que tener mucho amor y entrega para realizar un proyecto de esta envergadura y belleza sin esperar una recompensa que no sea el orgullo y la satisfacción de haber realizado un sueño.
Recibidos en la puerta por sus propietarios, que nos hicieron de guías por todas sus dependencias, recorrimos uno a uno los locales.




Maquetas de Barcos, Muñecas de porcelana, Cuadros etc.
 
Cocina antigua, Cuadra, Bodega etc


Y un Hórreo de lujo. 
En su bajo:  lleno de Cajitas de música funcionando 







Y en su planta principal: una colección de madreñas todas trabajadas por su propietario Tino. Arcones y una Maseira de una sola pieza, hacen que todo este complejo museístico sea digno de mención.

A las seis partimos hacia Tineo para tomar una última copa en el Palacio Meràs, recientemente abierto al público como SPA, Restaurante y Hotel.





   
Y de allí partimos para La Colorada Sede de nuestra Peña, donde ya preparamos nuestra próxima salida…………..